Se suele decir que hay muchos abogados en la actualidad, y puede que sea verdad. Pero el futuro pinta muy diferente.
Como soy abogado tardío, incorporado al ejercicio de esta noble profesión con cierta edad que jamás revelaré, he tenido la curiosidad de conocer como pinta el futuro de la abogacía. Y es que es ampliamente conocido el mantra de que hay muchos abogados. Que si más que piedras en una playa granadina, que si es una profesión sin futuro… etc. Como lo que es ampliamente conocido no se necesita probar, no ahondaré en ello, sírvase cada cual de su estereotipo favorito.
Sin embargo, buceando en las estadísticas del Consejo General de la Abogacía Española, encontré una serie de datos que pueden ser muy reveladores en cuanto al futuro de la profesión. Tras obtener permiso del Consejo para publicar los datos, voy a tratar 2 cuestiones que me han parecido de relevancia:
- Paridad en la profesión
- Futuro en la Abogacía
Paridad en la Profesión
Me parece impresionante la progresión de la mujer en la abogacía. El simple gráfico del reparto de sexo vs edad de los colegiados actuales, ya apunta a una progresión sostenida de la presencia de la mujer en la profesión. El gráfico no representa valores absolutos, sino el reparto en porcentaje (%) de ambos sexos por cada edad. Se puede concluir que la mujer fue una minoría en la abogacía, convirtiéndose en las generaciones más jóvenes una amplia mayoría (64% de los colegiados de 25 años).
Si metemos a todos en un mismo saco, actualmente la mujer representa el 45% de los colegiados. Es obvio que conforme las generaciones mayores vayan despareciendo y los jóvenes ocupen su lugar, la balanza se equilibrará hacia una holgada mayoría de mujeres en la profesión. De hecho, si cogiéramos únicamente la población menor de 65 años o se pudieran utilizar las métricas en valores absolutos, puede que ya los datos fueran otros.
Futuro en la Abogacía
Pero si algo ha llamado poderosamente mi atención, ha sido la Pirámide Poblacional de abogados (aquí he puesto únicamente los ejercientes, pero la población total contando no ejercientes es prácticamente la misma):
Vamos a echarle otro vistazo, ¿Qué ocurre? Pues que la gran mayoría de abogados y abogadas ya tienen (tenemos) una edad. Concretamente, la media en los hombres es 52 años, 46 en las mujeres.
La principal conclusión que saco, así a vuelapluma, es que la tasa de reposición de abogados es MUY baja. Que en unos años, una década aproximadamente, el grueso de los abogados van a empezar a jubilarse. Y que si no se revierte la situación, es muy probable que las generaciones de abogados jóvenes disfruten de un ejercicio con mucha menos competencia que el que están conociendo actualmente.
La pirámide poblacional de los abogados tiene una clara figura regresiva. Que me perdonen los sociólogos avezados que lo mismo pueden aportar otra lectura mejor. Pero, a día de hoy, este bulbo apunta a una disminución en el número de colegiados, si tenemos en cuenta que la edad de entrada a la profesión debería situarse entre los 25 y los 30 años, una vez acabados los grados y másteres habilitantes (parte más baja del gráfico).
Puede que el discurso agorero que ha espantado a las nuevas generaciones de esta profesión se empiece a quedar vacío. Puede que el abogado joven que se comience a situar hoy en la profesión, el que haga suyas las nuevas herramientas tecnológicas, se coloque en un lugar privilegiado en este mercado legal que está por venir. Que viva momentos dulces para la profesión, de antes de que existiéramos abogados hasta debajo de las losetas. O puede que no; puede que la profesión goce de un resurgir que la masifique. Pero ahora mismo los datos son los que son.